
Comprender la trampa en la defensa penal
La defensa por inducción en casos penales suele ser confusa para muchos. Ocurre cuando agentes del orden persuaden a alguien a cometer un delito que normalmente no cometería. Si bien puede ser una defensa sólida, es importante saber cuándo y cómo usarla.
Esta publicación pretende aclarar las complejidades de la incitación a la delincuencia en el derecho penal. Explicará qué es, sus consecuencias y qué debe tener en cuenta si alguna vez se encuentra en una situación relacionada con ella.
La definición legal de entrampamiento
La incitación al delito es una defensa en casos penales en la que el acusado argumenta que cometió el delito únicamente porque un funcionario del gobierno lo presionó u obligó a hacerlo. La defensa alega que el delito no habría ocurrido sin esta presión.
Probar la incitación al delito puede ser difícil, ya que el acusado debe demostrar que la idea de cometer el delito provino del gobierno y que no estaba dispuesto a cometerlo. También es importante destacar que la incitación al delito solo puede ocurrir con un funcionario del gobierno, como un agente del FBI o un policía, no con un particular. Además, al ser una defensa afirmativa, el acusado debe probar que la incitación al delito ocurrió.
Utilizando la defensa de la trampa en el tribunal de Texas
La incitación a la delincuencia a menudo se malinterpreta. Si bien algunos creen que solo se puede alegar si la policía intervino para obligarte a cometer un delito, esto no siempre es así. La incitación a la delincuencia también es una defensa válida cuando la policía abusa de su autoridad para obligarte a cometer un delito que de otro modo no habrías cometido.
Según la Sección 8.06 del Código Penal de Texas , la trampa puede ser una defensa válida si:
- El agente del orden público le indujo a hacerlo.
- Alguien que incurre en una conducta delictiva no tiene predisposición a cometer el delito.
- El oficial utilizó la persuasión o métodos similares, y
- Estos métodos probablemente harían que alguien cometiera el delito.
Normas para juzgar la defensa por entrampamiento
Los estados generalmente utilizan la prueba objetiva o subjetiva para decidir si hubo trampa en un caso penal.
En cuanto al elemento objetivo de la defensa por incitación al delito en Texas, la ley prohíbe acciones de las fuerzas del orden como incitar a alguien a cometer un delito por extrema necesidad, compasión u ofrecimientos de grandes sumas de dinero. Estas acciones deberían inducir a una persona reticente a cometer el delito, no a alguien que ya está dispuesto a hacerlo.
Por otro lado, la inducción subjetiva se centra en si el acusado ya era probable que cometiera un delito, independientemente de cualquier inducción por parte de un agente del gobierno. Esto significa que el acusado es responsable de sus actos, incluso si el agente del gobierno lo incitó.
Esta norma es difícil de defender para los acusados, especialmente si tienen antecedentes penales.
¿Cómo se produce el atrapamiento?
En los casos de trampa, un delito ocurre debido a acciones como:
- Coerción: Hacer creer a alguien que no hacer algo le perjudicaría a él o a alguien que le importa.
- Fraude: Mentir intencionalmente para lograr que alguien actúe de determinada manera.
- Acoso: Conducta que causa alarma o angustia sin una razón válida.
- Inducción: Persuadir a alguien a hacer algo ofreciéndole algo valioso.
- Amenazas: Expresar o implicar intenciones de dañar o causar miedo.
Escenarios sin atrapamiento
Muchos están familiarizados con la incitación a la delincuencia, pero su uso como defensa legal suele malinterpretarse. Algunos creen que cualquier persona arrestada en una trampa policial o encubierta puede alegar incitación a la delincuencia. Para ello, el acusado debe demostrar que un agente del orden lo indujo a cometer el delito. Esto requiere demostrar que el agente lo presionó agresivamente para que infringiera la ley.
Algunos ejemplos de situaciones que no constituyen una trampa incluyen:
- Aceptó pagar a un agente encubierto por prostitución.
- Quedar atrapado en trampas de velocidad donde los límites de velocidad cambian repentinamente.
- Ser engañado por un oficial encubierto acerca de su afiliación con la policía.
- Un agente encubierto le ofreció drogas.
¿Arrestado? ¡No supliques, llámame!
Comprender las complejidades de la inducción de un delito en la defensa penal es crucial para cualquier persona que se enfrente a tales circunstancias. Si bien puede ser una defensa sólida, su uso exitoso requiere demostrar que la idea y el impulso para cometer el delito provinieron del gobierno y que el acusado no estaba predispuesto a cometerlo.
Dadas las complejidades y los desafíos que implica probar una trampa, es fundamental buscar la asesoría de un abogado penalista. Un abogado con experiencia puede evaluar los detalles de su caso, determinar si la trampa es una defensa viable y guiar eficazmente el proceso legal en su nombre. Proteger sus derechos y comprender sus opciones legales es fundamental al enfrentarse a acusaciones de trampa.