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La defensa de la coartada

En el ámbito de la defensa penal, una de las herramientas más poderosas en el arsenal de un abogado es la defensa de coartada. Esta estrategia gira en torno a la idea simple pero profunda de que si usted puede probar que estaba en otro lugar cuando ocurrió un crimen, es imposible que lo haya cometido.

Es una estrategia de defensa que puede hacer o deshacer un caso, a menudo sirviendo como punto de inflexión entre la libertad y el encarcelamiento. Vamos a explorar los matices de la defensa de coartada y entender por qué se destaca como un cambio de juego en el campo de la justicia penal.

Comprender la defensa de coartada

Una defensa de coartada es cuando el acusado argumenta que no pudo haber cometido el delito porque estaba en otro lugar cuando ocurrió. Esta defensa puede ser un argumento fuerte si el acusado puede probar que estaba en otro lugar durante el crimen. Si al juez o al jurado les convence la coartada, el acusado debe ser declarado "No culpable".

¿Cómo funciona la defensa de coartada?

En derecho penal, la carga de la prueba recae en la acusación, que debe demostrar que el acusado cometió el delito más allá de toda duda razonable. Cuando el acusado plantea una defensa de coartada, está desafiando las pruebas de la acusación y contando una historia diferente. La defensa debe notificar por escrito que planea probar una coartada y decir exactamente dónde dice el acusado que estaba cuando ocurrió el delito.

¿Qué pruebas pueden ayudar a demostrar la coartada?

Para probar una coartada no se necesitan muchas pruebas, pero cuantas más tenga, más sólido será su caso. Estos son algunos tipos de pruebas que pueden ayudarle a demostrar su coartada:

  • Testigos: personas que pueden atestiguar bajo juramento que le vieron en otro lugar cuando ocurrió el delito.
  • Documentos, como recibos, billetes de viaje o tarjetas horarias que demuestren que se encontraba en otro lugar cuando se produjo el delito.
  • Fotos o vídeos con marcas de tiempo: demuestran su presencia en un lugar diferente durante el momento del delito.

Para apoyar una coartada, el equipo de defensa también podría presentar testigos de coartada, como miembros de la familia, amigos o compañeros de trabajo, que pueden testificar sobre su paradero durante el crimen. También pueden presentar pruebas adicionales, como grabaciones de vigilancia o recibos, para reforzar su coartada.

Fortalezas y desafíos de las defensas de coartada

Aunque la defensa de coartada puede ser eficaz, tiene sus propios retos.

Si la coartada se basa en el testimonio de un testigo, su credibilidad es crucial. El jurado o el juez que decide si el acusado es culpable debe creer al testigo que dice que el acusado no estaba en la escena del crimen.

Los amigos y la familia pueden decir dónde estaba el acusado en el momento del delito, pero como conocen al acusado personalmente, algunas personas podrían cuestionar si están diciendo la verdad. No obstante, su testimonio debe tenerse en cuenta.

Los testigos que no conocen personalmente al acusado pueden reforzar la defensa de la coartada. Puede ser más convincente si más de una persona dice que el acusado estaba en otro lugar cuando ocurrió el delito.

Pruebas como recibos de tarjetas de crédito, vídeos, fotos o registros telefónicos y de GPS pueden ser pruebas muy sólidas para una coartada porque este tipo de pruebas son más objetivas. Pero incluso con este tipo de pruebas, el fiscal puede cuestionar su exactitud.

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La defensa de coartada es una estrategia de defensa crucial en la justicia penal que puede ayudar a exonerar a los acusados injustamente. La presentación de pruebas convincentes de coartada puede poner en duda el caso de la fiscalía y plantear dudas al jurado. Si tiene una coartada sólida y se enfrenta a cargos penales, consulte a un abogado defensor con experiencia. Ellos pueden ayudarle a construir una estrategia defensiva sólida.